domingo, abril 24, 2005

Silencio, he oido una voz

Mi alma me habla esta noche.

Ilustracion: And an angel fell to earth.. - Ane M GalegoNo habrá amigos en los días de ira. Aquel que se interponga en la causa de mi espiritu, el que desée sonrisas para el caballero del dolor, será de lado de un golpe. La empuñadura de mi espada empujara a las gradas los rostros que no sirvan de aliados.
Las lágrimas ya no pueden nublar los ojos de la verdad, y el pesar no puede contagiar la voluntad que me embriaga.

Solo dadme un ataud humilde y en el prado al anochecer depositad mis restos cuando todo haya pasado, cuando todos hayamos vuelto a perder.
Ilustracion: And an angel fell to earth.. (Ane M Galego)

jueves, abril 21, 2005

Mirada estival - Pt. 2

Siento no haber escrito antes”. La carta se abría paso pidiendo disculpas, pero no había nada que perdonar, de todas formas no esperaba que le escribiera y menos a su dirección correo que no recordaba habérsela dado.

En aquel destartalado salón una decena de invitados hablaban por todos sus rincones: en el sofá, la puerta de la cocina o desde la entrada del pasillo. Silvia recogía los vasos de una descuidada mesa sin vestir con su tablero de aglomerado quemado por los cigarrillos que no acertaron a caer en el cenicero, Fernan y Maica se peleaban no muy lejos de allí por una bolsa de snacks sabor a queso, mientras Ale narraba a los demás presentes los detalles del concierto de esa noche. Samuel observaba tumbado desde un colchón a Ale, con las manos cruzadas tras la coronilla soportando el peso que le correspondía a una almohada. A sus pies Ella encendía un cigarrillo posado en sus labios y observaba sonriendo las muecas que Fernan dedicaba a su novia que fruncía el cejo simulando ofenderse.

Samuel llevaba desde ayer deseando ir al concierto, y volver a aquella ciudad aunque fuera tan solo por una noche. Reencontrarse con el más viejo de sus conocidos y todos los desconocidos con los que en aquella habitación intercambiaba sonrisas y botellas de cerveza fría.

Ilustracion: The Lady of Shalott - Alexei King

Ilustracion: The Lady of Shalott (Alexei King)

Perdido

Los días no son faciles, mi sueño sufre trastornos y caigo rendido al pasar el sol su cenit despertando tarde y sin fuerzas. Mis deseos son cada vez menos convincentes para los jueces de mi conciencia y los juglares de la locura y la traición hacen sonar sus voces a las puertas de mi reino.

Ha llegado el día del que perderá todas sus batallas, y uno por uno todos sus miedos se harán presentes y le manifestaran su ira.

He aquí que el de la traición ya me ha consumido, pero no será el único y pronto mi espíritu solo será pasto de la derrota.

Pediré perdón, pero mi perdón no será escuchado pues quienes me oigan sabrán que miento: Lo siento.

martes, abril 19, 2005

Mirada estival - Pt. 1

Llevaba un rato en silencio, inclinado sobre los papeles. Los labios de Samuel se apretaban con fuerza estrujandolos de un lado a otro, leia más allá del texto de aquella carta. Era un email impreso hacia unas horas. Samuel nunca leía de la pantalla de su computadora si podia evitarlo, y todos sus correos electrónicos se amontonaban en la bandeja de la impresora dia tras dia, y una vez por semana se paraba a leerlos todos.

Se había detenido en uno de ellos: Carmen Vargas Garrido. Fue hacía dos semanas cuando la conoció, la había visto otras veces y, ¿para qué mentir?, no le resultaba indiferente. Carmen vestía ropas ajustadas y anchas en un muy estético equilibrio, los pantalones siempre ocultaban la mayor parte de su calzado y en invierno usaba abrigos de lana en gabardina.
Aquella noche dos semanas atras se encerró en sus ojos por primera vez, imaginó lo que representaba su gesto y expresion, y apreció durante cuanto tiempo permanecia devolviendole la mirada fija y como abandonaba con aquella dulce sonrisa sin poder comprender la extraña actitud de Samuel. Por otra parte, él tampoco acababa de entender porque hacía ese tipo de cosas la observaba analizando paginas de un libro, buscando bellezas escondidas e imaginando el texto que queda implicito le resultaba una costumbre muy divertida aunque, por supuesto, poco practica. Aquellas miradas comunicaban demasiadas cosas para saber a que atenerse o que conclusión tomar en serio y cual dejar del lado de la fantasía.

Ilustracion: Apollo and Daphne - Alexei King

Ilustracion: Apollo and Daphne (Alexei King)

Dies Irae

¿Por qué juegas conmigo demonio mal nacido?
¿Quién crees que eres para juzgarme?
¿Qué tengo yo que demostrarte?
¿Acaso no te basto?

Maldigo tus palabras y odio la simpleza de tu voz y odio a quienes la proclaman su palabra y adoran tu nombre. Porque ellos sin pudor ni celo me ofenden igualmente y creen en cierto modo justo mi pesar. Siendo así, yo haré justo vuestro dolor entre mis dientes. Y vuestro lamento será una brisa de amor eterno y besos entre sabanas de seda a mis oídos.

Y tu, ‘tu’ porque prescindiré de cortesías: si crees conocerme no haré menos que creer saber a quien me dirijo, si tuvieras el valor, o cuanto menos el buen gusto, de enfrentarte a mi con tus propias manos y piernas quizás te ganaras mi respeto. Mientras tanto conténtate con que gaste mis palabras en balde alguna que otra noche perdida, para hacerte saber que no quiero ni tu perdón ni tu juicio, pues para mi más noble y real es alcanzar la paz en mi conciencia y la sinceridad en mi sonrisa.

Ojalá existas, para así poder destruirte.

Ilustracion: Elias - Soo-Im

Ilustracion: Elias (Soo-Im)

lunes, abril 11, 2005

Sueños y Rosas - Pt. 2

Otra vez.
En esta ocasión hablabas conmigo, ¡y cuántas sonrisas ligaban nuestros gestos! Era de noche y en la oscuridad una luz plata describia nustros rasgos y tu mirada intensa.

Bromeabamos sobre nosotros y sobre los demás, a veces te dejaba para hablar con otros. Habían otras personas, nuestros amigos, pero no sé quienes. Recorriamos habitaciones desconocidas e irreconocibles con tan parca iluminación.

Habría pasado cerca de una hora desde que estuvimos hablando a solas. Te encontré en una de las estancias.

En el inspirado silencio de la noche nos sentamos para seguir hablando en el suelo, espalda en la pared. Nos besabamos, no había solución de un anelo ni un incierto destino, era más que una sonrisa. Entre palabras y sonrisas, tambien te besaba sin compulsion ni habito, fluía entre todo y las caricias eran una mirada más.

Ilustracion: Easter chimes awaken nature - Alphonse Mucha

Ilustracion: Easter chimes awaken nature (Alphonse Mucha)

viernes, abril 08, 2005

Sueños y Rosas - Pt. 1

Anoche soñé contigo. Te vi en las profundidades de la noche de una mente que flotaba entre la realidad y la fantasía:

El retrato de la inocencia, vestida con sus encantadoras prendas modernas, llena de bolsillos y colores que solo responden a una estética llena de sensaciones personales, informal pero coherente, una herramienta como tus palabras de acento francés con que construir la belleza, un pincel sobre el terso lienzo.

Era una mañana soleada de esta, ya crecida, primavera. Cruzaba las calles que quedan entre calle Hilera y la avenida Andalucía, no sabría decir cual era mi destino pero me es un camino familiar desde luego. A veces lo tomo por acortar mi trayectoria y otras simplemente por cambiar de paisaje y disfrutar de la acogedora sombra de las calles peatonales.

Y ahí estabas, en una de esas plazas, ocultas entre edificios. Te acompañaba un joven de unos dieciocho años, pero de aspecto infantil, bien podía aparentar quince: rubio, pelo corto y sonrisa enigmática, algo incomoda o incluso siniestra, pero sus ojos no mostraban maldad, y parecía tan tímido como pueril.

El chico se percato de mi presencia, ya que solo él se encontraba frente a mí y tu prácticamente me dabas la espalda mientras le hablabas.

Nos observamos unos instantes. No había amenaza, solo curiosidad. Seguidamente recuperé mis pasos hacia… no se bien donde. Preferí no interrumpirte, ya te vería este sábado.

Ilustracion: Moravian Teachers' Choir - Alphonse Mucha

Ilustracion: Moravian Teachers' Choir (Alphonse Mucha)

lunes, abril 04, 2005

Sol

Eran las ocho de la tarde, y he sentido el miedo recorrerme.
El Sol aguardaba en la ventana en su caída al horizonte.

¿No es ya tarde para tanta luz? ¿Dónde esta mi cristal agrietado y blanco?
Ilustracion: White Birds - Sun Down - Robyn Bellospirito

E
ra ya muy tarde para seguir soñando,
demasiado para seguir hablando sin palabras.

Del Sol brotaron lágrimas. De mis ojos solo la congoja,
el deseo inalcanzado, el sudor sin calor ni esfuerzo.

Q
uiero abrazarte amigo,
solo tú puedes apagar la terrible luz que muestra mi verdad.
Y ahogar de vuelta al mar el ojo que delata mi pecado.

Ilustracion: White Birds - Sun Down (Robyn Bellospirito)